CASO JOVEN SECUESTRADO))Señor Jefe de la Policía...hágame otro cuento
Por Julio Perelló/OPINIÓN ITINERANTE/LA ROMANA, República Dominicana.-La aparición sorpresiva del joven Eduardo Baldera Gómez, secuestrado en la casa de su novia en la provincia de Nagua, el pasado 18 de septiembre de este año, ha traído al seno de la población las suspicasias normales de un pueblo que se siente engañado por las diferentes historietas que se pintan cuando suceden hechos de grandes connotaciones en el país.
Su reaparición después de estar veintidós días ausente de su hogar, en lo que se supone pasando toda clase de viscisutudes, tiene hoy como consecuencia de repercusion que un amplio segmento poblacional no se cree el cuento de secuestro, ni nada por el estilo.
Lo primero, cuando vimos las fotos de su llegada al pueblo de Nagua en el helicóptero de la Polícia Nacional, acompañado del jefe de la institución, Mayor General Rafael Guillermo Guzmán Fermín, observamos a un joven conservado en buen estado físico, situación esta que no acontece frente a un secuestro real en vista de que todas las condiciones a las cuales se está acostumbrado merman de una manera drástica, en particular el renglón de alimentación y la higiene.
Como Perelló, mucha gente cuestiona el buen estado de salud y hasta el rostro "afeitadito" del joven Eduardo Baldera Gómez (Fotos: Nuevo Diario Digital).Segundo: vimos a un joven con su cara bien condicionada en cuanto a su barba se refiere. Esto no ocurre cuando un hombre deja de afeitar, cualquier motivo, durante dos o tres días. Tercero: la historia de su escapada. Baldera narra que todo el tiempo estuvo esposado y vendado.Y acto seguido las incoherencias en las propias narrativas del secuestro y de su estadía en manos de sus secuestradores.
Cuarto: la siempre ligereza de dar declaraciones por parte de la Policia Nacional. En este caso descartar de plano el denominado autosecuestro. Todo esto y más es lo que tiene al pueblo dominicano pensando y hablando de que es necesario que le cuenten una mejor historia o probablemente un mejor chiste para poder asimilar este cuento tan mal estructurado en forma y fondo.
Es por ello que ante situaciones de esta naturaleza se pone a pensar de que casos de esa envergadura jamás el pueblo podrá tener una visión concreta, en vista de que quienes están supuestos a arrojar todos los espacios de luz, como son nuestras autoridades, echan más oscuridad a la desconfianza en quienes tienen el deber de crear los espacios de la confianza.
Una multitud se tiró alegre a las calles de Nagua.Señor Jefe de la Polícia, ni siquiera en este caso de secuestro se pueden crear las condiciones del síndrome de Estocolmo, dado a las características que se interconectan. Señor Jefe de la Polícia, a otro perro con ese hueso. Hágale al pueblo dominicano otro cuento, pero no ese de mal gusto..Vamos a respetarnos..