Pedro Calderón, ingeniero de profesión, dijo que se ha visto obligado hasta a ‘motoconchar’ para conseguir el sustento de él y su esposa, arquitecta, también desempleada.
Aseguró que esa situación incrementa la delincuencia, aunque las autoridades hagan maravillas para frenar este flagelo.
“Aquí el desempleo ronda un 46 por ciento. La única empresa empleadora fuerte es el Central Romana, que aporta unos 50 mil empleos directos, pero ésta es una ciudad de casi 400 mil habitantes”, dijo Calderón, residente en el sector Quisqueya, y quien además estima que se han cerrado unas 300 fábricas y el turismo ha mermado.
Isabel Saca y su esposo Musulam Elías Camasta Issa, propietarios de plaza Sultana, dieron testimonio de que al menos unas siete personas se acercan allí diariamente a buscar trabajo “de lo que sea”.
No dejan de reconocer que los proyectos turísticos compensan parte de la crisis económica.
Propusieron al Gobierno y al empresariado dela zona crear fuentes de trabajo y más oportunidades de estudios para los jóvenes.
La comerciante se lamentó, además, de los muchos enfermos mentales que deambulan por las calles sin protección por parte de la Secretaría de Salud Pública.Al igualmente Roberto Tejada y Venancio de Morla, empleados de complejos turísticos y residentes en Pancola y Villa Nazaret, respectivamente, aparte del desempleo, se quejaron de los frecuentes apagones.
“El agua, aunque cara, por lo menos ha mejorado en los últimos tiempos”, reaccionó Tejada.
Otros deploraron que mientras eso sucede el Gobierno invierte unos siete millones de pesos sólo en un busto del extinto profesor Juan Bosch, ex líder del Partido de la Liberación (PLD), específicamente en la calle Padre Abreu, próximo a la denominada rotonda de esta ciudad. franklincorderop@hotmail.es
