Se roban todo en el Complejo Deportivo de La Romana; piscina olímpica es un basurero

La mayoría de estas instalaciones fueron levantadas a raíz de los XII Juegos Nacionales en el  2000, aunque paradójicamente las construidas antes de la celebración del magno evento deportivo nacional  presentan  mejores condiciones.

El movimiento deportivo se muestra impotente, las múltiples promesas de las autoridades responsables del cuidado y mantenimiento de las obras se quedan en promesas, mientras el tiempo se convierte en principal testigo  del progresivo deterioro de los cuatro pabellones para gimnasio y deportes de combates, el estadio de béisbol, la pista de atletismo, el campo de fútbol,  entre otras.

El saqueo de todo lo que tenga valor por parte desaprensivos y la falta de seguridad policial y militar, pese a que  en el entorno se encuentra un cuartel de la Autoridad Metropolina de Transporte (AMET),  han contribuido con acelerar el deterioro de las obras.

La piscina olímpica presenta la situación más deplorable, hasta el punto en que ni siquiera está en funcionamiento.   Su construcción se produjo a raíz de los Juegos Nacionales con una inversión cercana a los 40 millones de pesos.

Todos sus equipos eléctricos fueron robados, no tiene agua, la podredumbre está presente por todas  partes, su verja perimetral está destruida, la oxidación  de las columnas que soportan el trampolín, carcomidas por el tiempo. 

La estructura de la edificación, que  incluía dos piscinas, una olímpica y otra para competencias menores,   ha sido saqueada. Se lo han robado todo, desde las luces colocada alrededor de la misma, hasta los orinales, inodoros, las persianas, la planta de tratamiento,  el trampolín,  los equipos en aluminio y en hierro.

La cantidad de basura, escombros y heces fecales en todas las áreas de la instalación  es tal que da la impresión, a quienes osan visitarlas, que se está ante un gran vertedero.