Padre de la joven decapitada en La Romana: "Solamente confío en Dios"
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| Oveida Paulino, de 29 años/ Foto: composición periódico El Tiempo |
LA ROMANA, República Dominicana.-El dolor no cesa y se les hace difícil hablar hasta con la prensa. Se trata de una humilde familia que sufre por la muerte de la joven Oveida Paulino, cuyo cuerpo que se cree le pertenece fue encontrado decapitado y sin sus extremidades en un matorral de la Urbanización Reparto Torres, municipio Villa Hermosa, de aquí, el pasado 26 de mayo.
"Yo solamente confío en Dios", expresó Juan Paulino, padre de la víctima, quien mostró satisfacción porque el trabajo de la Policía y el Ministerio Público culminó con el arresto de al menos tres de los sospechosos del hecho, y contra quienes se dictó la semana pasada prisión preventiva por 6 meses.
Los imputados son Héctor Manuel Guzmán (Cabito), Wilson Mesenne Ventura (Guayubín) y Omar Campechano (Eliseo), quienes cumplirán la medida de coerción dictada por el juez Abraham Nicolás Serverino Saldívar en el Centro de Corrección y Rehabilitación Cucama.
El cadáver de la joven, que se congregaba en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Mormones), fue localizado envuelto en una sábana.
Aquella mañana Paulino se armó de fuerzas y se presentó al lugar donde un haitiano halló el cuerpo para participar en la macabra tarea de identificar a su hija, de 29 años, desaparecida desde el martes 24 de mayo, cuando salió de su casa con rumbo desconocido para el resto de la familia.
Pero, cómo identificar un cadáver que sólo se sabía que era de sexo femenino, pues se ignora aún dónde está la cabeza. "Ha sido algo fuerte para nosotros", agregó a Último Minuto/Serie26 que a fuerzas logró sacar palabras al abatido padre.
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| Residencia de Oveida Paulino/ Último Minuto/Serie26 |
La joven nunca había salido por más de dos días de la casa; sólo si participaba en un algún retiro o actividad religiosa. Oveida Paulino residía junto a sus padres y dos hermanos en el sector Pica Piedra, del municipio Villa Hermosa.
Aunque la familia sospecha que se trata de Oveida, todavía esperan los resultados de estudios científicos practicados al cadáver.
Hablan sus vecinos
No sólo su progenitor la definió como "una muchacha tranquila todo el tiempo". La señora María Dolores Tejeda la recuerda como la joven de poco hablar que nunca dejaba de darle los buenos días cuando la veía echando agua a sus plantas en la parte frontal de la casa.
"Eso fue algo muy cruel", manifestó Tejeda, para luego expresar sus deseos de que el crimen no quede impune.
Rastreo del teléfono
El fiscal adjunto Víctor Camacho narró en audiencia que las autoridades aún persiguen a otro hombre y que los arrestos han sido posibles por una labor de inteligencia y de rastreo del teléfono móvil de la víctima, marca Alcatel.
Según el Ministerio Público, dicho aparato fue activado de nuevo por a nombre de Héctor Manuel Guzmán, siendo luego vendido por "Guayubín" a "Eliseo", quien posteriormente habría hecho el mismo negocio con un tal "Edward", en la actualidad prófugo.
Camacho afirmó que existen indicios de que Guzmán (Cabito) está vinculado a la muerte de Oveida Paulino, basándose en que "entraron" varias llamadas al teléfono de la misma, en particular mientras estuvo desaparecida.
De su lado, Lenin Cedeño Rijo declaró que "Edward" laboraba en una panadería de su propiedad, en el sector Piedra Linda, desde donde guardó su número de teléfono en el celular que luego se enteró pertenecía a la joven que había sido declarada desaparecida por su familia.
