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"El coronavirus no existe": artículo de Andy Omar Johnson



Por Andy Omar Johnson
Para Franklin Cordero - Noticias

Suzanne contrajo cáncer, linfoma, diagnóstico más que espeluznante e inoportuno, pues ella cuidaba de su madre que había contraído cáncer primero, uno la cual no tenía relación con el de ella. Sus vidas se apagaban de manera acelerada, su amiga, una de las mejores, pasaba los últimos momentos de su vida ayudando a peinarla y ayudarle en cosas tan básicas como una ducha viajó desde Chicago a Meryland hasta el final desenlace de Suzanne. 

Michelle, la amiga, dice que sorprendente fue al salir del hospital y ver sus pasillos, las calles en el carro que la traslada, tomar un avión, llegar a chicago, usar el ascensor y notar que la vida transcurría de forma regular, y toda esa gente ignorara la muerte de su querida Suzanne, por ende, no la extrañarían, aunque Michelle estuviera destrozada. 

La historia la extraigo a manera de resumen del libro autobiográfico ¨MI HISTORIA¨, título en español de la autobiografía de Michelle Obama. 

Muchos nos preguntamos por qué en las calles de la Republica Dominicana, en los barrios populares, en centros de abastecimiento de alimentos y bancarios, los dominicanos no nos importa el distanciamiento físico, y aparenta un temor mínimo en contraer el covid19.

Mientras cursaba un entrenamiento con mitigación de desastres, organizado en el 2019 por el Banco Interamericano de Desarrollo y el Ministerio de economía planificación de la Republica Dominicana, aprendí tres reglas de la cultura asiática para prevenir desastres, conceptos que están arraigados en el pensamiento de poblaciones como china, Japón y otros pueblos del continente asiático: 

1-Algo grande acontecerá.
2-Como acontecerá, impactará fuerte el país.
3-Impactará mi ciudad, mi barrio y mi hogar.

Cuando se anuncia algún fenómeno natural, una enfermedad o una crisis económica, los asiáticos actúan en consecuencia, esperando lo peor. 

Veamos cómo reacciona el dominicano y gran parte de américa latina. 

1-Dicen que viene algo… 
2-Eso no vendrá, y si llega no nos afectará.
3-Si entra al país, afectara otra región, otra ciudad, otra casa, no a mí. 

Nos quedamos cruzados de brazos y a Dios que reparta suerte. 

Existe un principio sobre la protección del medio ambiente, que impulsa a los estados promover la visitación de los espacios naturales protegidos: "Cuidamos lo que conocemos" y deseo trasladar esa frase al tema que nos ocupa, "los dominicanos ponemos candados después que nos roban". 

Como dice el refranero popular, si no vemos, no lo creemos, si nos afecta lo ignoro. 


La gran mayoría no teme al coronavirus convertido en pandemia, por las bajas muertes y contagiados en Republica Dominicana, a pesar de que podemos asumir, sobre el sub-registro oficial que existe en el mundo de los casos positivos y RD no es la excepción, debido a múltiples factores que no vienen al caso en estos momentos explicar, pero que uno de estos es la gran cantidad de asintomáticos que produce la enfermedad y por ende, mayoría de población de covid19 ni sabrá que está infectado, y los casos de síntomas leves que no serán necesarios acudir a una sala de emergencia y no estarán registrados en las estadísticas oficiales. Ahora bien, los muertos no se esconden hoy día, o eche un vistazo a lo acontecido en Ecuador. 

La letalidad del covid 19 en República Dominicana, mientras escribo este artículo, es de 3.70 % una de las más bajas de américa, eso hace que millones de nosotros no tenga un pariente, un amigo, un conocido que haya contraído el coronavirus a la fecha, y su comportamiento será de sentirse seguro y lejano de la pandemia. Muchos se atreven llamarle la enfermedad de los ricos, de los políticos; por ser la clase media alta y la clase política los primeros casos conocidos en marzo del 2020 luego del primer caso registrado en el país del turista italiano. 

Como no tenemos una Suzanne, seguiremos en los supermercados uno arriba de otro, en las calles abarrotadas, montados en el concho pegao, en los barrios sentao con el vecino haciendo cuentos y hablando que hay un tal coronavirus "acabando en lo paise", o como el mensajero de una farmacia que me dijo: "El coronavirus no existe".


Andy O. Johnson
andyomarjohnson@gmail.com
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