Condenarían a tres años de cárcel a dominicanos que ejerzan profesiones sin exequatur... Los embarazos adolescentes, un problema latente en República Dominicana... El terrible caso de la niña de 14 años violada por un militar

Radhamés Rodríguez Gómez: de fiscal en La Romana a luchador contra la tiranía de Trujillo

Por Fernando Quiroz/SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El abogado Radhamés Alcides Rodríguez Gómez pasó de ser fiscal en su provincia La Romana y en Azua, a combatiente de la tiranía de Rafael Leonidas Trujillo como dirigente del Movimiento 14 de Junio. A sus 84 años de edad narra su testimonio, los sufrimientos de su familia y las conversaciones que sostuvo con el dictador.

La historia comenzó en una reunión de todas las autoridades provinciales, convocadas por el coronel jefe del Ejército en La Romana, donde se discutía la fundación de un ateneo, y donde el entonces joven abogado expresó en actitud rebelde que estaba cansado de que le impusieran presidentes, hasta para una entidad cultural.

Luego de provocar que terminara la reunión de manera abrupta, un militar con “cara dura” y con tono enérgico se presentó a su casa, lo que provocó temblores en su familia.
-Usted es Radhamés Rodríguez?- le preguntó.

Sí, señor, respondió, mientras recibía una carta que decía: “El generalísimo Trujillo lo espera en su despacho, mañana, día 28 de diciembre, a las 9:00 AM. Firmado, Amado Hernández, asistente personal del generalísimo”.
                                                  El dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina
El miedo se apoderó de su casa, con el agravante de que ya no vivía con su padre, quien estaba divorciado y residía en esta capital.
El encuentro
Rodríguez Gómez estuvo a las 8:30 de la mañana en el Palacio Nacional, media hora antes de la cita.

A las 9:00 de la mañana en punto, lo invitaron a pasar, que “Su excelencia lo iba a recibir”.

Dio los pasos necesarios hasta llegar donde estaba sentado el tirano.

-A su orden, Su excelencia. Le dijo cuando lo tuvo de frente.

-Cómo se llama usted?, le preguntó Trujillo.

-Radhamés Alcides Rodríguez Gómez, contestó.

-Usted es abogado, ¿está casado?, volvió a preguntar el dictador.

Rodríguez Gómez contestó que estaba recién graduado de abogado, pero que no estaba casado ni tenía novia, porque aun no disponía de los recursos económicos para cubrir gastos de un matrimonio.

“¡Pero yo no soy pájaro!”, se adelantó en aclararle, mientras Trujillo dejaba escapar una carcajada y se estiraba hacia atrás en su silla de oficina.

Le dijo que conocía a sus abuelos paternos y maternos. Les definió como familia buena.

-¿Y cómo está la política allá?, interrogó Trujillo.

Allá todo el mundo es amigo suyo. Usted no tiene enemigos. Le dijo Rodríguez, y observaba cómo el dictador le clavaba la mirada. “Es una política absolutamente tranquila”, le puntualizó.

El fiscal
Trujillo le preguntó a Rodríguez Gómez que si era capaz de ser fiscal en su pueblo.

Ante la propuesta, un tanto asombrado, el joven abogado le dijo: “Si usted lo ordena...”.

-Váyase, que usted es fiscal, mañana en su pueblo, le dijo.

Rodríguez recuerda que le preguntó si se podía ir al amanecer a La Romana, y Trujillo le contestó que se fuera de inmediato porque ya era el fiscal, y que esperara a Francisco Prats Ramírez, para que lo dejara en posesión.
                                           El doctor Rafael Rodríguez Gómez es nativo de La Romana (Foto/Listín Diario)
Soltó los presos
En sus funciones de fiscal, Rodríguez tomó una serie de decisiones que no fueron del agrado del llamado “Jefe”.

Una medida rebosó la copa, y recibió su traslado como fiscal de Azua.

Otras informaciones sobre su actuación le llegaron al tirano, por lo que en una ocasión llegó a Azua en el yate Angelita. Se presentó a la cárcel de allí, ubicada en la fortaleza militar, y soltó a todos los presos por delincuencia común, en lo que él entiende una jugada para hacerse popular en el pueblo.

Habían hecho denuncias de que en el Este determinados personajes supuestamente le estaban robando el ganado a Trujillo. Eran situaciones muy incomódas, hasta el punto de que le llegó a decir: “Fiscal, ahora qué hizo”. “Eso es un abuso del fiscal”, reaccionaba Trujillo cuando le iba preguntando a cada prisionero por qué estaba preso.
"Lo de Angelita Trujillo ha sido un atrevimiento, ella no sabía nada...

"Angelita Trujillo, tal vez por desconocer la realidad de lo que fue su padre, y porque a ella le tocó vivir fastuosamente, tiene el atrevimiento de valorar positivamente su régimen de dictadura, consideró Radhamés Alcides Rodríguez Gómez.

De esa manera rechaza el libro “Trujillo, mi padre, en mis memorias’’.

La misma noche que cayó preso en la cárcel de La 40, donde fue masacrado a golpes, a su tío paterno Carlos Rodríguez lo estrangularon, y a la esposa Lola Mateo, a las 7:00 de la mañana del otro día la desalojaron de su casa.

Después se casó con dos personajes que fueron parte de la historia negra de ese período. Puede dar testimonio de que vio en más de una ocasión al coronel Luis José León Estévez, primer esposo de Angelita, ordenando torturas en la cárcel de La 40.

Su tío, trabajaba en una finca de Angelita, donde está actualmente Operaciones Especiales de la Policía Nacional, en Manoguayabo. Se encontraba en su escritorio, alguien se le acercó por la espalda y lo ahorcó.

“Son datos que ella no podía saber, pero fue en su propia finca, y fue por órdenes necesariamente de su esposo, que era el jefe de mi tío”.
Angelita no pudo saber, ni tenía conocimiento de lo que llamó, el asesinato, grotesco, vulgar y doloroso del adolescente Nono Moreno, en San Francisco de Macorís. Fue asesinado a puñaladas, en plena calle, cuando salía de la escuela junto a sus compañeros de estudios.

Lo mataron porque su padre no comulgaba con Trujillo. Los Moreno Martínez fueron enemigos históricos del dictador.

Eso provocó un alboroto en San Francisco de Macorís, y aunque parecía un silencio sepulcral, hubo protestas intestinas. Era un pueblo que caía en angustia y desesperación.

FUCIONES DESEMPEÑADAS DESDE EL AÑO 1956
Entre las funciones que ha ocupado Rodríguez Gómez figuran fiscal de La Romana, 1956-1957; fiscal de Azua, 1957; juez de instrucción de San Pedro de Macorís, 1958; juez segundo sustituto presidencia de la Corte de Apelación de Santo Domingo, 1961; juez presidente de la Corte de Apelación de San Cristóbal, 1962; juez del Tribunal Superior de Tierras, 1962.

Como parte de la actividad cultural ha realizado diversas conferencias, análisis jurídicos, apuntes sobre el Derecho Agrario y Romano.
fernando.quiroz@listindiario.com
(Tomado de Listín Diario)

Noticia siguiente Noticia anterior