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ARTÍCULO))La tarde del 20 de mayo

Escrito por: Eduardo Álvarez 
Último Minuto/Serie26

Transcurría el mediodía de este lento domingo, 20 de mayo, que aún dura entre precisiones y socorridas conjeturas. A esa hora, los primeros reportes de sondeos a boca de urna daban notables ventajas al candidato Hipólito Mejía. Recibimos uno, desde aquí, Panamá y Estados Unidos, dando ganador a Hipólito Mejía, 57% contra 41% para Danilo Medina.

Bastaba ver a esa hora el sombrío semblante de quienes dirigían el centro de cómputos del PLD, para saber que estaban al tanto de estos datos preliminares. Todo esto, a contrapelo  de la masiva compra de millares de cédulas y de votos.

La Operación Candelier había resistido con relativa eficacia la brutal ofensiva del PLD tendente a impedir el sufragio a perredeístas y aliados. Sus acciones se hicieron sentir más que nada en el Gran Santo Domingo, Azua, Nagua, Santiago, Mao y otras ciudades del interior, sobre todo en el Nordeste. Brigadas del PRD sorprendieron y atraparon a varios mercaderes de documentos de identificación personal.

En las catorce provincias del Cibao, menos en Santiago Rodríguez y Espaillat, el PRD avanzaba con un amplio margen. Activada la alerta roja en el batallón morado, fueron puestas en marcha todo tipo de acciones, por violentas e ilegales que fueran.

La conspiración para burlar la voluntad popular fue puesta en marcha a partir de las dos de la tarde. Altos oficiales armados salieron a tomar las calles utilizando sus armas para amedrentar a los votantes, aumentó notablemente la compra de documentos, incluso en la propia cara de miembros la Policía Electoral.

Fueron apresados, asimismo,  dirigentes y militantes del PRD en lugares donde las ventajas de Hipólito Mejía eran evidentes; se persiguió a quienes trataron  de impedir la compra de cédulas y votos y ocurrieron apagones en casi todo el país, de manera inexplicable.

Estuvimos este fin de semana en cinco provincias del Cibao, adonde entramos en contactos con líderes comunitarios, empresariales y deportivos. En Nagua, San Francisco, Santiago, Bonao Cotuí sus pobladores vivieron, prácticamente, un estado de sitio, presas de la represión y el terror, bajo el tableteo de las ametralladoras,  innumerables apresamientos, persecuciones  y amenazas a opositores.

Los doce años de Balaguer nos parecen ensoñadores y justas prácticas de  querubines, comparados con el infierno desatado después de las 12 del mediodía del 20 de mayo. Todas estas violaciones se suman a la brutal y desigual campaña publicitaria y de propaganda, acaparando los espacios exteriores y audiovisuales en todo el país, con énfasis en ciudades donde baja simpatía del PLD era más que evidente.

La ilegitimidad reflejada en estos hechos bochornosos, representa para Danilo Medina un gran reto. Consumado el fraude, no queda más remedio que esperar que el próximo Presidente, a partir del 16 de agosto, se justifique mediante un buen gobierno. No podrá borrar los hechos, pero tiene la oportunidad de repararlos y reivindicarse.
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