"Basta ya de los préstamos navideños!", artículo de Wanchy Medina
Por Wanchy Medina
Twitter: @WanchyMedina
Como todos los años, en mi calidad de regidor del
ayuntamiento de La Romana, he tenido que firmar
la resolución que se remite al Congreso Nacional (vía Hacienda), en la cual se
solicita un préstamo al Banco de Reservas para la regalía pascual.
La mayoría de las alcaldías toma dicho préstamo, ya que la
inconsistencia administrativa no les permite generar los fondos correspondientes
para ahorrar el dinero para el denominado sueldo trece.
En el caso del
préstamo para regalía pascual, se estila que las buenas administraciones hagan
mensualmente un apartamiento de la doceava parte del salario de los empleados
para cumplir con ese compromiso.
Esa cantidad está
consignada en el presupuesto de cada institución; no hay razón lógica
para que una buena administración pública tenga que tomar préstamos para pagar
el sueldo de Navidad.
El ejemplo más útil
de los pocos ayuntamientos del país que no necesitan tomar un préstamo está en el municipio de Villa Hermosa (La Romana).
No sé cual es la “magia” que hace el alcalde Félix Morla (Villa Hermosa), pero ese ayuntamiento no toma préstamo para pagar el doble sueldo.
La “magia” consiste
en que -aparentemente- las alcaldías que no toman préstamos tienen tan buenos
administradores que aunque el ayuntamiento se vea en una emergencia, no toca lo
guardando mensualmente para en diciembre pagar con recursos propios.
Cuando me refiero a
“magia” quiero es expresar que aquellos ayuntamientos que no ejecutan
los préstamos al Banreservas están en situación anormal en el sistema actual. Ya
que el 95% de las alcaldías del país recurren a préstamos para pagar en
diciembre.
De manera que se
enfoca en noción inversa: en el sistema actual, tomar el préstamo es lo normal
y pagar con recurso propios, anormal.
Al ser el Banco de Reservas una institución descentralizada, los préstamos que toman los ayuntamientos no son necesariamente blandos, de manera, que los mismos generan un interés que va en perjuicio de los recursos asignados a los gobiernos locales.
El Congreso Nacional ha amenazado
años tras años el no ejecutar la aprobación de estos préstamos a las entidades
municipales. Sin embargo, la presión de dejar sin pago a los empleados ha podido
más que la intención.
Tanto el ministerio de Hacienda como la Tesorería Nacional deberían buscar un mecanismo para -de forma
imperativa- retener mensualmente las partidas correspondientes y así ahorrar lo concerniente a la regalía.
Sobre el particular, algunos
expertos han manifestado que los ayuntamientos tienen autonomía presupuestaria y
no procede tal retención y lo enfocan como una injerencia.
Lo cierto es que se hace necesario que las alcaldías busquen un mecanismo saludable para solucionar sin préstamos los compromisos de fin de año.
Esta es una forma más del desenfoque administrativo que existe en la
mayoría de las alcaldías de la República Dominicana, donde se necesita un
cambio de proceder para así avanzar en el saneamiento de los cabildos.
El autor es Regidor de La Romana.-