Fue rescatada con vida una bebé bajo los escombros de una casa en Haití

Pusty, un pastor belga al que le dan las órdenes en francés, sale por primera vez a detectar vidas. ¡Y vaya que si lo hace bien! Nada mas entrar en Wolf House, el hogar de Elizabeth, el rastreador encuentra al pequeño bebé.
Los vecinos han avisado de que allí hay una niña. En unos minutos, Elizabeth Filema, es extraída con herramientas ligeras y rehidratada por el doctor Milanés, colombiano. Se hallaba en perfecto estado, ¿un milagro?

Su madre hace acto de presencia en la calle principal de Jacmel unos minutos después. Llora de júbilo, no puede ni hablar. Los cientos de asistentes aplauden y felicitan a los equipos de rescate. Se oyen los cánticos alegres de esta pacífica gente que expresa sus sentimientos más internos con su desgarradora voz.
“Esto ha sido un milagro, un milagro del señor”, manifiesta Lindsay, amiga íntima de Elizabeth. “Pasamos mucho tiempo juntas antes de que diera a luz, justo antes días del temblor. Me enseñó a su hija, era guapísima”, añade Lindsale.

La pequeña ciudad de Jacmelt vivió el martes un día histórico en el que la cooperación de sus gentes y de los extranjeros han salvado una vida que acaba de empezar.