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Amado Ávila será recordado por sus hijos como ejemplo de rectitud y humildad El abogado y locutor murió por complicaciones de salud

(Fotos/Último Minuto/Serie26) Por Franklin Cordero/LA ROMANA, República Dominicana.-Los hijos del locutor y abogado Amado Ávila, fallecido este martes a la edad de 64 años, será recordado por sus hijos como un hombre recto, humilde y sin apego a lo material, que ocupó diversas funciones de manera honesta y ceñido al imperio de la ley.

"Era y será para nosotros un ejemplo de rectitud", expresó Wendolín Berroa Polanco, hija del extinto. Mientras que otro de sus hijos, Alexis, expresó que recuerda de su padre su desprendimiento, basándose en que cuando tenía programas de radio Amado Ávila nunca cobró la publicidad a una persona de limitados recursos como si ésta fuera solvente.
                               Alexis y Wendolín Berroa, hijos de Amado Ávila/Fotos  Último Minuto/Serie26

El comunicador, que murió a causa de complicaciones de salud, está siendo velado en la Funeraria Romana, a donde han acudido colegas abogados, periodistas, locutores, funcionarios judiciales y otras personalidades de La Romana.

"Aunque en los últimos años tuvo una fuerte actitud a estar solitario, no hacía daño a nadie y nunca faltaba un buen consejo", agregó la doctora Wendolín Berroa, quien  mostró satisfacción porque "soy una profesional del Derecho gracias a la ayuda de mi padre, que siempre me hablaba sobre la importancia de la investigación".

Amado Ávila Berroa residía en el sector Savica. Estaba retirado de los medios de comunicación hace varios años, pero siempre recibía la admiración de la "vieja" generación de locutores y del público que lo siguió en aquella época.
Procreó siete hijos: Alexis, Wendolín, Massiel, Arnaldo, Hatuey, Waleza y Jefrey.
A Don Amado Ávila se le oficiará hoy miércoles una misa de cuerpo presente en la Iglesia Santa Rosa de Lima, para luego el cortejo fúnebre depositar sus restos en el Cementerio Municipal No. 1, situado en la calle Duarte, de esta ciudad de La Romana.

"Fue magistrado del Juzgado de Paz en la década de los 80 y suplente de varios jueces, y nunca hizo nada que deshonrara a su familia", dijo su hija Wendolín Berroa.
franklincorderop@hotmail.es
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