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Dicen que hombre amarró a su familia para incendiar la casa en Verón

Por Fernando Marte/El Caribe
Último Minuto/Serie26

VERÓN, La Altagracia. El hombre que ayer mató aquí a su mujer y a tres niños, incendiando la vivienda con las víctimas amarradas y él adentro, constantemente amenazaba con consumar la tragedia, narraron familiares y vecinos.

“Les daré por donde más le duela; acabaré con ellos, ya lo verán”, eran las expresiones frecuentes de Romilio Frías, de 28 años, que ayer consternó a esta comunidad al llevar a cabo sus amenazas.

Romilio Frías había amenazado a Angeli Rivera, de 32 años, en diversas ocasiones, pero ella, que había aceptado al Señor, confiaba en que su marido se arrepentiría.

Pero no fue así. El insistía e insistía en que ella no podía tener relaciones amistosas con ningún hombre, sin que él estuviese de por medio.
El hombre era muy celoso/ Foto: Bávaro Digital

Los vecinos aseguran que el victimario era un individuo inseguro que incluso llegó a decirle al primer esposo de Angeli que para hablar con ella, con quien había procreado un par de mellizos, primero tenía que comunicárselo a él.

En ocasiones anteriores, el homicida la había golpeado, pero la mujer en su búsqueda de Dios confiaba en que él cambiaría.

Refieren los vecinos que Frías se convirtió a una religión protestante, de la cual se alejó antes cuando no había transcurrido un mes.

Romilio, de acuerdo a las versiones, compró la gasolina un día antes y ayer martes llevó a cabo sus horrendos planes.

Amarró a sus víctimas
Félix María Rijo Santana, testigo del hecho, dijo que Romilio amarró a su esposa junto a los niños, los cuales no eran hijos de él, y que luego procedió a rociar la gasolina en toda la casa. El menor de los niños, al parecer, logró correr hasta el baño de la casa, pero allí murió asfixiado.

Freddy Mejía, tío de Angeli Rivera, aseguró que el victimario no tomó en cuenta que tres inocentes pagarían el precio de encontrarse con el señor antes de lo previsto, en el horrendo incendio que provocó. Magdalena Miranda, otra vecina, señaló que Angeli era una mujer tranquila y de trabajo y que Romilio no se metía con nadie “solo que cuando le atacaban esos celos era incontrolable”.
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