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#LaRomana: Cómo los clubes y la cultura convirtieron a Diógenes Pérez en un hombre de bien |FOTOS


Por Elpidio Tolentino
Semanario El Tiempo 
Último Minuto/Serie26 

LA ROMANA, República Dominicana.-Cuando estaban los clubes culturales y deportivos en su apogeo, que eran centros de estudios políticos, históricos, culturales y artísticos, Diógenes Pérez, un tiguerito malo de Villa Verde, quiso tumbar una verja de penca de cocos y terminó convirtiéndose en un hombre de bien para esta sociedad.

El Grupo Artístico y Cultural Reflexión, responsable de que todas las calles de Villa Verde tengan un nombre con sentido histórico y cultural, del que llegó a ser miembro el fenecido Pepe Rosario, organizó una presentación artística y colocó pencas de cocos para que no se viese desde la calle.

El adolescente Diógenes Pérez, con otros de su entorno, definido por muchos como unos tigueritos malos, se presentó en el área, quiso ver qué sucedía dentro y como las pencas se lo impedía, intentó derribarlas.

Uno de los directivos del grupo (Rafael Santana, Chago), tuvo la más brillante idea, llamar al jefe de esa banda y encargarlo de la seguridad de la presentación en Centro Comunal de Villa Verde. Ese hecho cambió la vida de un “jodón” que no estudiaba y se dedicaba a molestar por doquier.

Al otro día, en otra presentación, ya era parte del elenco artístico y “bailaba” indicando con su cadera los 4 puntos cardinales, de manera lenta, más rápida, más rápida, y como un bólido, para terminar siendo parte del Grupo Reflexión.

Los Estudios
Apenas había hecho un tercer grado en una escuelita de la Cruzada de Amor de doña Emma Balaguer. Vendía dulces en Las Piedras y Papagayo. No tenía otra formación, y ya integrado con jóvenes clubistas, no podía debatir como ellos, siempre estaba “fuera de orden”, cosa que no entendía por qué, y decidía volver a la escuela.

Llega hasta sexto grado en la escuela Mercedes Laura Aguiar nocturna; pasa a la Yolanda Leonardo y llega a Primero del Bachillerato. Pasan 17 años y decide hacer el bachillerato en CENAPEC. Termina organizando una graduación en Casa de Campo, con una cena en Altos de Chavón… porque trabajaba allí y sabía que hilos mover para conseguir eso.

Ya bachiller quiere ser periodista. Ya la UCE no tenía la carrera sabatina, en Santo Domingo era diario; Arte Escénico, el mismo problema. No hay de otra, a estudiar Derecho en la Universidad del Caribe, sabatino, dos materias por semana para agilizar la carrera y se gradúa de licenciado en Derecho.


Retrato de Diógenes Pérez
El Trabajo
El Grupo Artístico y Cultural Reflexión lo sacó de la calle, de las peleas calleras, de los corre-corre en las esquinas. Se hizo un hombre de trabajo, se fue a Zona Franca a la empresa GLS, encargado de almacén, como tenía momentos libres, llevó un libro sobre ese tema, fue descubierto por el patrón y quedó fuera con sus prestaciones laborales.

Tenía una meta y la consiguió, ingresar al emporio Costasur Casa de Campo. En Costasur Diógenes Pérez era ayudante de Electricidad ganando 28 pesos semanales, pero quería pasar a Casa de Campo, había aprendido algo de gastronomía en el Dominicus y su meta era seguir en el turismo.

EUREKA! Llega a casa de campo como jardinero, ayudante de carpintería, de plomería, albañilería, refrigeración, etc., pero en Casa de Campo. Había realizado un curso de camarero y quería ponerlo en práctica. Le dan un examen de inglés y de 100 saca 28, pero en la práctica fue el mejor y lo transfirieron a sacar platos de la cocina.
Lo mandan a trabajar a la Villa de los Fanjul, se destaca. Ya da servicios a sus amigos de montar eventos y de cocina. Aprendió con el chef de esa familia, Tomás Pita. Había obtenido algún tipo de logros, su casa propia, podía irse de allí. Pasa a los restaurantes, pero con lo de las Torres Gemelas, la reducción de personal y de nuevo su liquidación.

Volver la vida citadina, trabajar con sus grupos culturales, su grupo de Teatro María Montez. Irse a Santo Domingo a ver presentaciones y montajes. Hasta el Teatro Nacional. Llevar a los integrantes de su grupo, hacer presentaciones de obras como Por qué dudan del Seminarista, de Roberto Salcedo; también montó “Un ladrón mi casa” y otras tantas famosas y dramas cortos de su propia autoría.

En el año 2002 gana la Alcaldía de La Romana el doctor José Reyes, del Partido de la Liberación Dominicana. Diógenes había pasado cinco años en un círculo de estudios para lograr la membresía, estudió como si fuera una carrera universitaria para ser miembro, por eso es llamado para ocupar el puesto de Director del Departamento de Cultura del cabildo, los ocho años que duró José Reyes allí.

En el Derecho

Salido de la Universidad del Caribe con su título de licenciado en Derecho ha querido estar ligado a esa profesión. Se instaló en la oficina del doctor Aris Crispín, actual Director de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, recinto La Romana, y con el doctor Alejandro Carela, donde aún permanece.

La Gastronomía 
Como desde que era empleado en Casa de Campo dio servicios a sus amigos y familiares, casi de gratis, imprimió tarjetas y las distribuía, así que popularizándose en el negocio de montajes de eventos y tiene una verdadera empresa con once empleados, entre fijos y nominales.

Es suplidor del Estado. Tiene la responsabilidad de suplir el almuerzo a una escuela de tanda extendida. Ya tiene buen tiempo siendo el responsable de esa área en la Escuela Calazans San Eduardo, del sector del Quisqueya-Los Colonos.
Cuadro de Juan Bosch en la oficina de Diógenes Pérez

Cómo ve el futuro?

El futuro lo veo clarito. “Siguiendo en todo lo que estoy. La Gastronomía, El Derecho, la Cultura y el Arte, y naturalmente la política. Estoy aspirando a ser regidor de este municipio, estuve como empleado en el ayuntamiento y creo que como edil puedo aportar mucho, me veo así”.

“Me veo en el futuro con una oficina modesta, pero con la capacidad de poder dividirla en tres renglones. Con una amplia biblioteca de Derecho; una amplia biblioteca gastronómica, y una amplia biblioteca artístico cultural, sobre todo ese aspecto que tanta falta hace.

Hay un vacío en ese renglón, hay que seguir trabajando por el bien de la juventud, crear actividades para ocuparles sus mentes en cosas positivas, para que no sigan siendo arrastrados hacia la delincuencia y el vicio.

“Y si en el futuro tengo que decidirme por una de esas áreas, de seguro que dejo el Derecho, la parte artística y cultural no la abandonaría nunca, y la gastronomía ha sido mi soporte económico”.
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