Sepultan restos de doña Libanesa Saviñón de Altagracia, exdiputada de La Romana

LA ROMANA, República Dominicana.-.Entre manifestaciones de duelo, fueron sepultados este domingo los restos de doña Libanesa Saviñón, exdiputada de La Romana de consagrado compromiso social toda su vida.

Fallecida tras complicaciones de salud que en los últimos años la sacaron del ambiente político, la fundadora del gobernante Partido Revolucionario Moderno (PRM) fue enterrada en el cementerio municipal ll, en la carretera hacia Higüeral.

El cortejo fúnebre partió desde la funeraria Protectora La Altagracia, llegó hasta la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús para una misa exequial y culminó en el camposanto.

En nombre de la familia, Félix Rubén Altagracia, uno de los cuatro hijos de "doña Liba", expresó agradecimiento por la solidaridad en momentos de tanto dolor.

Mientras que Frank Ortiz, alto dirigente del PRM, destacó los aportes político y sociales, así como las cualidades de Ambrosina Saviñón Cáceres, quien expiró la noche del pasado 6 de mayo 2022.

AMBROSINA SAVIÑON CÁCERES (LIBANESA)

Oriunda de la ciudad de Bonao, hoy provincia Monseñor Nouel, se radicó en La Romana en el año 1964, tras contraer matrimonio con el señor Aníbal Altagracia Mariano, con quien procreó 4 hijos: Cristián, Ariel Alexis, Franklin y Félix Rubén Altagracia Saviñón, a quienes hizo profesionales cargados de valores y principios en sus diferentes disciplinas.

Desde sus años de adolescencia se involucró en las luchas sociales en su ciudad natal, Bonao. Ya casada, residiendo en La Romana, jugó papeles estelares en las jornadas revolucionarias que vivió el país en la década de los años 60, realizando encomiendas que muchos hombres tuvieron temor de ejecutarlas. Su objetivo era materializar un ideal que todos anhelábamos: ´Que el Pueblo Dominicano respirara aire de libertad´.

Por diferentes circunstancias, en 1977 pasó a formar filas en el Partido Reformista Social Cristiano, siendo designada subsecretaria de Estado de Trabajo, con asiento en La Romana.

Profundas huellas dejó tras su paso por el sector privado, donde se desempeñó como Promotora Social de la Empresa Central Romana, visitando campos y bateyes de la referida compañía, llevando soluciones y esperanzas a las clases más desposeídas de la sociedad.

Posteriormente, en el Hogar del Niño jugó un rol muy importante, granjeándole el afecto de muchas madres y niños, a quienes les procuró se le ofrecieran facilidades para su estadía en ese centro de atención y formación a la niñez.

En 1994, fue designada secretaria de Estado Sin Cartera y en 1998 resultó electa diputada por la provincia La Romana, impulsando diferentes proyectos sociales en beneficio de la niñez desvalida y la mujer. 

En el 2002, retorna al Partido Revolucionario Dominicano (PRD) hasta la conformación del Partido Revolucionario Moderno (PRM), donde ocupó diferentes puestos de dirección, procurando siempre la unidad y la armonía en el seno de la organización política.

Como ser humano, no fue perfecta, pero ahí está el legado de su obra terrenal: mujer solidaria, servicial, fiel esposa, madre ejemplar, abuela amorosa, desprendida de todo lo material, creyente fiel y devota católica.