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SEPULTAN A PAULITA EN MEDIO INDIGNACIÓN Y LLANTOS

Fotos de borromenoticias.blogspot.com


Por Franklin Cordero

LA ROMANA.-La mayor de la Autoridad Metropolitana de Transporte (Amet), Paula Mercedes, asesinada de tres disparos la noche del martes pasado, fue sepultada ayer en la tarde en esta ciudad con la presencia del jefe de la Policía, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín.
Cientos de personas de diferentes estratos sociales y zonas de esta ciudad acudieron desde las 8:30 de la mañana, cuando se trajo el féretro desde Santo Domingo, a la Funeraria La Altagracia, a escasos metros de la Dirección Regional Este de la Policía, donde hace 20 años comenzó a ofrecer sus servicios a la institución.
Mercedes, de 38 años, había sido interceptada por dos desconocidos cuando llegaba a la puerta del residencial donde vivía junto a su hijo de ocho años en el Ensanche Claret, de la capital.
“Ay, qué golpe tan grande; tan buena que era mi hermanita y me la mataron”, gritaba a cada momento su hermano de madre Pablo Mercedes Feliciano, mientras abrazaba a María Mercedes, quien crió a Paula desde los tres años tras el fallecimiento de la madre de ésta en un campo de El Seibo.
Doña Mariquita, de 83 años y con tres infartos a cuestas, se pregunta cómo ha podido sobrellevar este caso. Había regresado el lunes de los Estados Unidos y el martes ultimaron a tiros a Paulita, como más se le conocía a la oficial en La Romana. Se enteró el miércoles. “Todo el mundo lo sabía y no hallaban cómo decírmelo”, agregó a El Caribe.
A las dos de la tarde, el jefe de la Policía Nacional, el director de la AMET, general Rafael Bencosme Candelier; y el jefe regional de la institución del orden, general Rinel Lozada Montás, encabezaron el cortejo fúnebre hacia el viejo cementerio municipal.
El recorrido a pie duró 25 minutos. Partieron desde la Funeraria La Altagracia, en la Francisco Richiez, y tomaron la calle Duarte hasta llegar al camposanto. Allí, frente a la puerta principal, se le rindió un breve ceremonial.
Luego, llevaron el ataúd hacia el nicho. Al pronunciar el panegírico, el mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín lamentó que los asesinos de “nuestra querida Paula ( …) se llevaron la tranquilidad de la familia y las esperanzas de la institución”.
La describió como “uno de esos seres excepcionales”, y que “era la mujer dulce, la madre abnegada, servidora pulcra”.

Sobre todo, la consideraba excepcional porque Paula Mercedes había perdido a sus padres siendo niña y a pesar de todas esas adversidades logró graduarse de profesional del Derecho en 2003 y conquistar importantes puestos.
Ingresó a la Policía el 18 de marzo de 1989 como raso. Cuatro años después, 1993, era condecorada con la medalla de buena conducta.
Esto renovó sus bríos y en 1997 fue ascendida a Segundo Teniente, para luego de cuatro años lograr convertirse en Primer Teniente.
De hecho, este año 2008 recibió también una medalla al Mérito en su primera categoría. “Pero dirigió áreas vitales, como la subdirección de Criminología y la subgerencia de Asuntos Internos de la Amet”, hizo hincapié el mayor general Guillermo Guzmán Fermín.
Al final, se concluyó con una salva de tres disparos por parte de la Policía Nacional.
LA CONOCIERON DE CERCA
En 1990 el coronel (r) Marino Mancebo Marmolejos era el jefe de Comandancia en esta ciudad y estableció contacto con la occisa cuando apenas tenía un año en la institución del orden.
“Ella era seria, una soldado de talla, que escogió esta carrera por lo que era, no por apellido”, expresó a El Caribe.
Enseguida, el general Rinel Lozada Montás, director regional Este de la Policía, definió a Paula Mercedes como joven profesional “seria, discreta, de poco hablar” y que “tenía todo un futuro por delante en esta institución”.
La conoció en 1995, cuando en su rango de coronel comandaba por primera vez la plaza local y ella ocupaba el antedespacho como digitadota. “Este ha sido un hecho vandálico, vil, inhumano”.
También, Norma Mariano no podía contener las lágrimas mientras recordaba aquellos tiempos, su amiga con 14 años y ella con 12, en los Multifamiliares, de aquí.
Vivían en edificios cercanos. “Ella siempre su mente clara; quería ser policía”, contó a este diario la amiga de la mayor malograda. “Recuerdo que ella entró a la Policía a los 18 años” y que “aunque se trasladó a la capital, nunca perdimos el contacto”.

franklincorderop1@hotmail.com; franklincorderop@hotmail.es

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